El proyecto Valladolid, Caminos de Biodiversidad continúa avanzando tras la contratación de la asistencia técnica y del desarrollo del plan de comunicación. En este caso le ha llegado el turno al inicio de las obras en La Cuesta del Tomillo, conocida como ‘El Tomillo’, que incluye la realización de una Reserva biológica-urbana y que es el primer proyecto que se va a desarrollar en el marco de este ambicioso plan de restauración y mejora ecológica de la ciudad.
Los trabajos comenzarán en marzo y, en un plazo de ejecución de seis meses, pretenden modificar una extensión total de 93.600 m2. Las obras ascienden a 483.000 euros procedentes de los fondos de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
‘El Tomillo’ está situado en el entorno periurbano al este de Valladolid y se trata de una zona muy degradada a nivel medioambiental debido a una gran acumulación de escombros y restos de vaciados de obras de edificación. Gracias a estas acciones de adecuación medioambiental servirá como un valioso laboratorio vivo para el estudio y la conservación de la biodiversidad en un entorno urbano.
Se prevé la creación de diversas zonas y elementos, como un bosque de ribera en la parte norte con la plantación de chopos, álamos, olmos, fresnos, entre otros; un bosque mediterráneo con especies adaptadas a la sequía como sabinas, encinas, quejigos, y endrinos; grupos de árboles, macizos de arbustos y plantas aromáticas; alineaciones de árboles en los laterales sur y oeste de los paseos para proporcionar sombra a los usuarios; una pantalla vegetal (seto vivo) para separar el parque de la VA-20 y potenciar la entomofauna y la avifauna; la ampliación de la microreserva de mariposas y polinizadores silvestres; la creación de dos charcas de anfibios y varios bebederos de fauna; un aula verde para actividades de educación ambiental; la expansión de la red de paseos, garantizando la accesibilidad; y diversos elementos de mobiliario urbano para el confort de los usuarios.
Para abordar el problema de la acumulación de escombros, se ha optado por su valorización in situ mediante triturado y cribado de los residuos y su aplicación para relleno de gaviones y base de los paseos. Esta estrategia no solo reduce la huella de carbono y la contaminación atmosférica al evitar el transporte de los escombros, sino que también contribuye a la eficiencia del proyecto.
Las principales líneas de trabajo de este proyecto se centran en garantizar la biodiversidad y la conectividad ecológica eficiente. Esto se logrará mediante la creación de una amplia variedad de hábitats con plantas autóctonas que atraen aves, mariposas e insectos polinizadores, así como mediante la diversificación de las especies vegetales y la utilización de recursos existentes en el parque para la ejecución de la obra. Además, se emplearán especies autóctonas y resistentes al cambio climático, y se aplicarán criterios de ahorro hídrico y mantenimiento diferenciado para minimizar el uso de recursos y productos fitosanitarios
Para el diseño de esta intervención, se cuenta con la colaboración de la asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid, ACENVA, y de las asociaciones de vecinos “24 de diciembre” del Barrio Belén, Pilarica, Santos Pilarica, que han estado trabajando en la recuperación de este entorno desde 2016.
La acción en ‘El Tomillo’ se engloba dentro del proyecto Caminos de Biodiversidad, e incluye otras actuaciones como la restauración y mejora ecológica del Cerro de San Cristóbal, el corredor interior de la Ciudad de Valladolid VA-20, la conservación de aves urbanas en la ciudad de Valladolid, la diversificación ecológica en Cuesta Conejos y Cuesta Maruquesa, la creación de una charca en Fuente El Sol, un plan de recuperación de anfibios, control y eliminación de especies invasoras y la creación de caminos de sombra y revegetación de calles sin arbolado, entre otras.





